El sistema educativo de Japón
El derecho a recibir una educación y la obligación de impartirla
En Japón está establecido, según la Ley Básica de Educación, que los padres deben hacer a sus niños de entre 6 y 15 años recibir la denominada futsū kyōiku (educación normal). Dicha ley no solo dicta que esa educación es imprescindible para la subsistencia y prosperidad de Japón como país democrático, sino también que debe proporcionarles los conocimientos que necesitarán a medida que van creciendo, y que los ayudarán a desarrollarse como ciudadanos sanos de cuerpo y mente, y a formar por completo su personalidad.
Casi sin excepción, el primero de abril de cada año los niños japoneses que han cumplido seis años entran en la escuela primaria, el primer escalón del sistema educativo. La escuela primaria dura seis años, y tras ella, entre los 13 y los 15 años, los alumnos estudian en la escuela intermedia. Esos nueve años totales representan la educación obligatoria del sistema educativo japonés. En las escuelas públicas no hay exámenes de entrada para ninguno de los dos niveles, y las clases y los materiales son gratuitos. Por parte de la familia del alumno se debe pagar el uniforme establecido por la institución educativa y los materiales adicionales, así como el coste de las comidas escolares, la educación adicional (como viajes educativos y excursiones) y otros gastos similares. Por otro lado, hay muchas escuelas privadas que realizan exámenes de entrada tanto para primaria como para intermedia, a los que acuden en masa los posibles candidatos; dichas escuelas suelen cobrar tasas por la educación.
En el sistema educativo japonés es de notar el índice de escolarización. En la enseñanza obligatoria dicho índice es de un 99,8 % (tanto en las escuelas públicas como en las privadas), que incluso en comparación con el 99 % de países como Reino Unido, Francia o China, resulta extremadamente alto.
Antes de la escuela, los niños entran en el jardín de infancia a la edad de 3 años. Dado que este no forma parte del sistema educativo, la participación en las clases es optativa, y de pago.
Aunque los niños extranjeros que residen en Japón no tienen obligación de asistir a la escuela, en caso de que las familias deseen matricularse en una escuela pública pueden hacerlo en las mismas condiciones que rigen para los niños japoneses, sin coste por la educación o los materiales básicos y con la oportunidad de garantizarles la misma excelente educación que a los japoneses.
Educación superior de dos años e institutos técnicos de cinco
Tras completar la educación obligatoria el alumno cuenta con varias opciones. Entre los 16 y los 18 años puede optar por entrar en un instituto homologado (educación secundaria) a tiempo completo, o una escuela especializada en áreas como agricultura o bienestar social, o también elegir el sistema de tiempo parcial, mediante el cual el joven estudia al tiempo que trabaja. Incluso en los casos en que un joven no puede continuar con ese tipo de estudios, por el motivo que sea, si aprueba el examen oficial del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, logra un certificado que lo califica en el mismo nivel educativo que los graduados de secundaria, y cuenta con las calificaciones que le permiten presentarse a los exámenes de acceso a la universidad. Un 98,1 % de los alumnos entran en la educación secundaria o en alguno de los colegios tecnológicos especializados, con cursos de cinco años en los que se pueden obtener conocimientos de un gran nivel de especialización y a los que se puede acceder desde los 16 años
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